
Ayer, tras sacarlo del baño, le estoy secando y señalándose los "cojoncillos" me salta con estas. Como debí poner cara de "¿Ein?", me aclara, "
si, como las gallinas, porque tengo dos, ¿ves?". Apaga y vámonos. Le dije "nene, eso no es así, se llaman huevos porque se parecen por la forma, pero tu no pones huevos como las gallinas", y me contesta "
ahhhh, ¡vale!, pero yo no veo que se parezcan en nada". No quiero ni pensar en el momento de "si los bebés están en la tripa de las mamás hasta que nacen, ¿quién los metió ahí?"
Y claro, ahora me asalta a mi la duda existencial de porque se llaman huevos si no se parecen en nada, vamos, como un huevo a una castaña, válgame la redundancia. La vida de una madre es muuuuuy dura.